Según la fiscal delegada de Menores para la Comunitat Valenciana, Gema García, todos los días llegan delitos perpetrados con el teléfono móvil a su área de menores. Así lo aseguró el pasado día 7 de agosto durante un curso de verano que la Universidad Católica de Valencia celebraba en Santander. Entre este tipo de delitos se incluyen denuncias referidas a casos de sexting y grooming, explicó García .
La fiscal añadió que el acoso escolar también ha pasado a las nuevas tecnologías dando lugar al llamado ciberbullying, que puede implicar «delitos como injurias, amenazas o contra la intimidad o la integridad personal a través de las redes sociales». Por ello, considera que «no se debería permitir que los menores de 14 años dispusieran de un teléfono con conexión a Internet» para evitar que puedan ser víctimas o incluso autores de estos delitos.
Esa es la edad de responsabilidad penal y según alertó García, hay niños de 10 años que usan estos teléfonos inteligentes sin que los padres les den la «formación necesaria para el conocimiento de los límites».
Dos recientes casos en Málaga ponen de relieve que las redes sociales son utilizadas para el ciberacoso en forma de injurias, difamaciones, amenazas y que a menudo incluyen la suplantación de la identidad online de la persona atacada. Los protagonistas en Tuenti suelen ser jóvenes, en ocasiones menores de edad.
Así, en uno de los casos, los celos, el despecho y la revancha llevaron a dos jóvenes a insultar a una chica de la que ambas habían sido amigas porque ésta comenzó a salir con el exnovio de una ellas. La Audiencia Provincial de Málaga las ha condenado a pagar sendas multas de 400 y 150 euros por delitos de injurias y amenazas. Entre otras lindezas la llamaron públicamente «puta» y la amenazaron de muerte.
La víctima denunció los hechos y se celebró de forma inmediata una juicio de faltas en el que las dos jóvenes resultaron condenadas a pagar, una 400 euros por dos faltas de injurias y de amenazas y otra a pagar 150 euros por otra falta de injurias.
Casi la mitad de los delitos y faltas de injurias o calumnias que investiga la policía se cometen ya en redes sociales online. Se trata de un terreno abonado para el acoso y el insulto.
Los delitos cometidos en las redes sociales han crecido de forma alarmante y se sitúan ya en el tercer puesto de los casos abiertos por la BIT, solo por detrás de la pornografía infantil o las estafas que se perpetran en Internet.
En otro caso dado a conocer a finales del año pasado la policía imputó a una joven malagueña por fabricarse un perfil falso también en Tuenti con las fotos e imágenes de otra chica. En la red se presentaba como una mujer desinhibida y se reconocía homosexual. El personaje falso que creó en base a las imágenes de la víctima se había hecho popular y, incluso, había conseguido numerosas amistades, la mayoría chicas.
La víctima, al descubrir que su imagen aparecía en ese perfil con otra identidad, denunció el caso y la policía rastreó el caso hasta descubrir la dirección IP del ordenador desde el que se alimentaba esa cuenta de Tuenti. La impostora resultó ser una joven conocida de la víctima.
(Artículo de Jorge Flores , director de PantallasAmigas.)
Cada vez es más sencillo y común subir imágenes a Internet. En el contexto de las redes sociales existe además la posibilidad de poner etiquetas, esto es, relacionar a personas son esas fotografías. ¿Nos hemos parado a pensar qué implicaciones puede tener esta función?
Fotografías, etiquetas y privacidad
Publicar una imagen en una red social es una acción casi cotidiana para los y las adolescentes y, en muchas ocasiones, esas fotografías se completan con etiquetas. Si subir una foto a Internet puede ser en ciertas ocasiones un atentado contra la privacidad de personas implicadas en esa instantánea ¿qué efectos puede causar el empleo de etiquetas? Veámoslo, salvando las diferencias de funcionamiento entre las distintas redes sociales, los condicionantes de configuración de privacidad de las mismas y sin pecar de exceso de detalle.
De manera sencilla, podemos decir que una etiqueta en una fotografía es una marca que relaciona esa imagen, y en particular un área rectangular de la misma, con una determinada persona. La marca se asocia, por lo general, a la zona de la fotografía donde aparece esa persona.
¿Qué ocurre cuando te etiquetan? Son dos los efectos:
Efecto de asociación: Si te etiquetan, te están relacionando con esa fotografía y, en particular, con un área de esa fotografía que por lo general es la zona en la que apareces. No obstante, no hay manera de asegurar esta correspondencia ya que la red social permite marcar una zona gráfica, un conjunto de pixels, que no es capaz de interpretar.
Efecto de difusión: Si te etiquetan, los “amigos” de tu Red Social serán avisados de que has sido etiquetado en una nueva fotografía y que para verla les basta un simple click. Tan fuerte es el efecto llamada y difusor de esta funcionalidad ligada a las imágenes que ofrecen las redes sociales que incluso los usuarios la usan para otros fines, a modo de aviso, sin atender a su original misión que es identificar a una personas en una imagen.
En definitiva, ello supone que otras personas van a tener un aviso de que tú estás relacionado con una imagen y podrían verla incluso antes de que tú supieras que esa imagen está publicada. Si tienes suerte, sabes que esa foto existe y estás implicado en la misma e incluso puedes presuponer que alguien la puede haber subido online, sea esto o no de tu agrado. Sin embargo, la etiqueta es una llamada de atención, un altavoz para la labor de pregonero de tu vida que realizan los demás y las redes sociales. De pronto, muchos “amigos” tuyos saben que pueden ver un fotograma de tu película vital.
Protección de datos personales e imágenes online.
Tu imagen es un dato personal tuyo y, como tal, la legislación sobre protección de datos personales te otorga (excepción para menores de 14 años e incapaces) la potestad de decidir sobre el uso que se hace del mismo. Además, cabe mencionar que existen datos dotados de especial protección que, por ejemplo, están relacionados con la religión, la salud o la orientación sexual.
¿Hasta qué punto es legal que una persona suba una imagen a Internet en la que puedes ser reconocido sin tu permiso? En principio, es tu dato personal, si bien existen muchas matizaciones respecto al tipo de imagen, el contexto… que no abordaremos ahora. Si tuvieras menos de 14 años o fueras incapaz, el asunto sería aún más delicado. De todo esto, podemos concluir que las imágenes online representan un reto legal.
Las etiquetas: de una imagen desapercibida a un dato personal.
No obstante, al margen de lo anterior, hay que analizar la afección de la privacidad y, en este caso, la sobreabundancia de imágenes online actúa como factor de protección: una aguja en un pajar, podría decirse. Aquí es donde las etiquetas cumplen su función y donde de forma efectiva, por tanto, destacan la presencia de esa imagen que podía haber pasado desapercibida, precisamente entre aquellas personas relacionadas contigo en la Red Social. Es ahí, en el plano cercano de tus relaciones online, cuando el dato personal se puede volver incluso más sensible y adquiere mayor alcance por el poder multiplicador del contexto de las redes. Etiquetar una fotografía supone agregar un mayor carácter de dato personal y mayor visibilidad.
Los problemas de las etiquetas
En el plano práctico, al margen de lo relacionado con la legislación de datos personales, podemos identificar escenarios concretos donde las etiquetas causan problemas de privacidad que, en muchas ocasiones, son origen y/o consecuencia de una mala convivencia digital. De igual manera, cabe señalar que estos problemas pueden ser causados de manera accidental o bien de forma intencionada.
Problemas que pueden darse tanto sin mala intención como intencionadamente:
Etiquetado en un contexto inoportuno por la actitud, el lugar, el momento, la compañía…
Etiquetado revelando el aspecto físico de alguien representado en la red social sin imagen o mediante un avatar.
Problemas que pueden generarse con mala intención:
Insultos, ofensas públicas y amenazas, por ejemplo, relacionando a la persona etiquetada con una foto lesiva de su imagen o amenazante.
Engaño para que la imagen implicada, que puede ser hiriente o desagradable, sea vista por la persona etiquetada, atendiendo a la notificación de que una etiqueta le afecta.
Algunos recursos para la prevención
La privacidad en las redes sociales y el etiquetado inadecuado en particular son retos que preocupan desde hace tiempo a PantallasAmigas ya que constituyen además un factor de riesgo para otros problemas como el grooming o el ciberbullying. Es por ello que hemos promovido muy diversos recursos educativos relacionados con en esta temática.
En el caso de http://www.redayneto.com (febrero 2010) buscamos con la Agencia Vasca de Protección de Datos la promoción de la cultura de la privacidad y la protección de datos personales desde edades tempranas, desde los 7 años.
La empresa tejana ImageVision ha desarrollado una aplicación basada en la nube y denominada EyeGuardian que permite monitorizar la cuenta de Facebook, el teléfono y el ordenador de los menores a la búsqueda de imágenes de desnudos y de mensajes inadecuados.
Según afirma su creador, la necesidad de esta aplicación surgió cuando en 2008 la hija de un amigo, que tenía entonces 13 años, recibió una foto «indecente» de otro adolescente en su móvil. Entonces buscó algún software que bloquease ese tipo de imágenes, y no halló ninguno.
La aplicación desarrollada analiza la actividad en Facebook, identificando potenciales amenazas, peligros y comportamientos poco habituales y monitorizando a los amigos, y las peticiones de amistad así como todas las imágenes y vídeos que se publican. La aplicación supuestamente es capaz de distinguir entre una imagen de alguien desnudo y de alguien en traje de baño, y de enviar una alerta por SMS o e-mail.
El problema, para la empresa desarrolladora, no es la existencia del porno, que reconocen que no es nueva en Internet, sino que con redes sociales como Facebook cualquier amigo puede publicar mensajes e imágenes problemáticas en el muro de una persona, poniéndolas a la vista de otros amigos o del público en general, incluyendo insultos e injurias por ejemplo con el objetivo de dañar la reputación de esa persona.
EyeGuardian permite controlar cuestiones como:
Lo que otra gente publica en el muro del menor.
Las imágenes en las que le/la etiquetan.
Los álbumes de fotos del menor.
Los textos que publica.
Conceptos sobre los que se habla: p.ej. drogas.
Individuos sospechosos (??) que intentan hacerse amigos del menor.
La aplicación está pensada para padres también de menores de 13 años (la edad mínima para hacerse una cuenta en Facebook) porque es fácil y común que niños de 8 a 12 (o más pequeños) mientan sobre su edad y entren en esta comunidad online exponiéndose a desconocidos e incluso publicando fotos inocentes (o no tanto) que pueden captar la atención de los depredadores sexuales.
No sólo el sexting amenaza a los más jóvenes en este tipo de redes sociales de Internet, sino que el ciberbullying también está presente.
Según un estudio de OnlineSchools.com, el 11% de los padres estadounidenses se han inscrito en Facebook para vigilar lo que hacen sus hijos. El 41% mira las actualizaciones de estado, el 39% leen los muros, el 29% miran las fotos que comparten y el 76% mira el historial de navegación en el ordenador que usan sus hijos.
Otro estudio encargado por ImageVision muestra que el 78% de los padres de chicos que usan las redes sociales estaban «muy preocupados» por el contenido inapropiado, aunque la mayoría no podían entrar en las cuentas de sus hijos para monitorizarlas.
Una joven de 18 años, con antecedentes, ha sido arrestada en Tudela (Navarra) junto con un menor de edad, acusados de usurpar identidad de una persona en una red social, publicar fotos íntimas suyas y extorsionarle.
Ambos fueron detenidos cuando recogían el dinero exigido a la víctima para devolverle las claves de acceso y acusados de los delitos de usurpación de estado civil, contra la intimidad, extorsión y amenazas.
La víctima descubrió los hechos cuando, al intentar acceder a una red social de Internet de la que era usuario, vio que no podía hacerlo utilizando sus claves habituales. Cuando entró desde la cuenta de un amigo constató que alguien había robado su identidad y además había publicado fotos íntimas suyas acompañadas de comentarios deshonrosos. El comunicado del gobierno navarro no informa sobre cómo habían logrado robarle las contraseñas ni cómo obtuvieron las fotos íntimas de la víctima, si estaban publicadas como privadas en dicha red social o las obtuvieron de algún otro modo.
Una persona le exigió dinero (no se indica por qué medio se puso en contacto con él) para devolverle las claves de su cuenta amenazándole si realizaba dicho pago, cuya cuantía tampoco se ha especificado.
El extorsionado concretó una cita en un lugar público de Tudela para entregar una cantidad de dinero. El sobre fue recogido por la joven y el menor, siendo ambos detenidos en ese momento por los policías forales que vigilaban el lugar.
El Grupo Parlamentario del PSOE instará a la Junta de Extremadura a tomar medidas para proteger a los menores frente a las NTIC en el próximo pleno de la Asamblea extremeña el día 19 de junio.
La presidenta de la Comisión Parlamentaria de los Jóvenes y el Deporte, Isabel Gil Rosiña, señaló que la Red entraña ciertos peligros para los más pequeños.
Un uso inadecuado de las nuevas tecnologías provoca que los menores vean vulnerados sus derechos como por ejemplo el de la privacidad y la intimidad. Además, manifestaba Gil Rosiña, Internet también ofrece contenidos inapropiados para los jóvenes y la Red da cobijo a páginas que hacen apología de conductas peligrosas como por ejemplo la anorexia o la bulimia.
Señaló que incluso los jóvenes cometen en Internet delitos de los que no son conscientes y puso como ejemplo el caso de redes sociales como Tuenti donde los chavales insultan, amenazan o suplantan la identidad de otras personas.
El PSOE insta a la Administración regional a tomar medidas para poner freno a cuestiones de este tipo. En la iniciativa que presentan para que sea debatida en la Asamblea piden a la Junta que pongan en marcha campañas de sensibilización para que los más jóvenes sean conscientes de los peligros que conlleva realizar un mal uso de Internet.
También exigen al Ejecutivo que dote a los padres, madres y profesores de herramientas necesarias que les permitan tener una formación en este ámbito. Y es que, en ocasiones, los padres y madres se encuentran ante una situación que no dominan y que desconocen.
En un nuevo caso de acceso ilícito a cuentas de Facebook en el Reino Unido, una joven de 23 años acusó a su expareja de haberla violado en repetidas ocasiones.
Para que su historia fuera más creíble, accedió a la cuenta de su ex para hacerse pasar por él y crear pruebas falsas, en concreto amenazas que dieran credibilidad a su denuncia.
Tras estas acusaciones, el joven fue arrestado durante unas horas.
Tras investigar el ordenador de la joven, esta fue arrestada ya que se demostró que había accedido ilegalmente al perfil de su expareja. Ahora deberá afrontar un arresto de cuatro meses.
En Colombia ha sido detenido el presunto creador de un grupo en Facebook bajo el título «Me comprometo a matar a Jerónimo Alberto Uribe, hijo de Álvaro Uribe», por un delito de terrorismo. Según el juez Alexander Díaz García, miembro de ICITAP creado por el gobierno estadounidense, la fiscalía deberá demostrar que existían actos preparatorios para dicho atentado, aunque lo sí existe con la mera publicación del grupo es instigación a delinquir (artículo 348 del Código Penal colombiano), tal vez con la agravante de difundirlo por Internet.
Al parecer existen tanto en Facebook como en otras redes sociales online otros espacios donde se anima a cometer actos criminales contra políticos o autoridades, aunque no se suele actuar contra sus autores.
Un joven sevillano (mayor de edad) ha sido condenado a una multa de 100 euros por burlarse mediante un fotomontaje de un compañero. La foto fue difundida durante dos meses en la red social española Tuenti, con lo cual el juez considera que «provocó comentarios despectivos contra la víctima» y que supuso «un deliberado ataque a la dignidad personal del menor denunciante y a su imagen y buena fama entre los compañeros del colegio, guiado por el propósito de un menoscabo personal y moral».
Los menores que participaron en la burla, en cambio, han sido condenados a trabajos en favor de la comunidad en un comedor de caridad próximo al colegio.
Según el fiscal del TSJCV Salvador Canet, cada vez son más los niños y jóvenes que protagonizan hechos delictivos a través de internet (los denominados ciberdelitos).
Los más comunes son:
acciones contra la intimidad (como el descubrimiento de secretos),
contra el honor y la libertad personal (injurias o amenazas),
e incluso contra la integridad (el denominado ‘ciberbullying’, o traslado del acoso escolar a la red).
El fiscal incidió en el «problema» del derecho a la intimidad en las redes sociales (como ‘Facebook’, ‘Tuenti’), y explicó que «sea por ingenuidad, desconocimiento o exceso de confianza, los menores son especialmente proclives a facilitar sus datos personales y los de sus amigos o familia en internet, lo que puede ponerles a todos en situación de riesgo». En los últimos años, el crecimiento de estas redes ha sido vertiginoso (132 millones de participantes activos en agosto de 2008, de los cuales la mitad son menores de edad).
Para Canet, los menores «deben tener presente que las acciones en internet tienen consecuencias en el mundo real».
«Toda actividad en internet deja un rastro. Los menores no son conscientes de que muchas de sus conductas en la red pueden ser constitutivas de infracción penal, creen que les ampara el anonimato y disfrutan de una total sensación de impunidad», explicó el fiscal del TSJCV.