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Buscar la fama a cualquier precio lleva a los adolescentes a cometer delitos por medio del sexting

Según la columnista del Washington Post Petula Dvorak, los adultos tenemos buena parte de responsabilidad en haber potenciado la fama a cualquier precio como valor supremo de los adolescentes actuales. Una de las consecuencias de esto, en su opinión, sería el aumento de los casos de sexting.

Uno de los ejemplos más recientes citados por Dvorak es la detención por la policía de tres chicos (dos de 16 y uno de 15) en un instituto de West Springfield (EE. UU.) el pasado mes de enero por haber intentado convertirse en los reyes del porno de los suburbios. Los adolescentes realizaron al menos seis vídeos con chicas de su propio instituto y de otros dos cercanos —al parecer tras haber consumido bebidas alcohólicas— lo cual les ha supuesto acusaciones de posesión y distribución de pornografía infantil.

El sexo y el alcohol siempre han preocupado a los padres de adolescentes, pero ahora se ha llegado completamente a un nuevo nivel de degradación y crisis de valores con la grabación y envío de este material que permiten los smartphones, según la columnista, quien lo vincula con el hecho de esta generación está acostumbrada a ser grabada y filmada desde que han nacido, en un auténtico Show de Truman.

Según un estudio realizado por psicólogos de la Universidad de California en Los Ángeles, el valor número uno para los adolescentes de hoy en día es la fama. Otro estudo de la UCLA señalaba ya en 2007 que los principales valores trasmitidos por los programas de TV más vistos por los chicos eran: fama, éxito, popularidad, imagen y éxito económico. Diez años atrás eran el sentimiento de comunidad, el ser buenos, la imagen, la tradición y la autoaceptación. En tan sólo una década el ser buenos cayó al 12º puesto de la lista de valores principales, y el sentimiento de comunidad al 11º.

Así que ahora es la fama lo que la mayoría busca y sin importarles cómo conseguirla.

Esta es la causa, según Dvorak, de que se extiendan sucesos como el de West Springfield, en los que muchos miembros de la Generación Mírame que ha crecido con Facebook y Twitter, intentan ser famosos produciendo y trasmitiendo autopornografía. La TV les ha mostrado que gente sin talento, ni ningún mérito o capacidad personal puede hacerse famoso: sólo requiere exponerse, cuanto más mejor. Por si fuera poco Internet les muestra una disponibilidad inmensa de pornografía. Según Dvorak lo raro es que con esta combinación no haya incluso más chicos haciendo vídeos de sexting: o quizás sí los hay y lo que pasa es que no lo sabemos, apunta con temor.

El caso de los pornógrafos junior de West Springfield ha sido ampliamente comentado en algunos foros de la Red. Otros adolescentes señalan este caso como «épico» y comentan que los chicos detenidos se convertirán en «legendarios» durante años en esa ciudad. Otro comentaba con perspicacia: «Twitter es necesario si quieres encajar y así tener al menos la sensación de ser alguien importante, famoso incluso aunque sólo sea dentro de un círculo de perdedores. Si no eres importante no estás vivo. Todo el mundo negocia su atención hacia otros para conseguir alguna para sí. Es un enorme circuito de intercambio que sirve para no hundirte en la oscuridad. La vida normal no es una vida en absoluto en el sistema de valores actual. Lo que estamos viendo hoy día nos parecerá ñoño dentro de 10 años.»

Pero Petula Dvorak advierte de que hay algo que no cambia con el tiempo: estos chicos podrán convertirse en microfamosos durante un tiempo. Pero para las chicas que participaron en el sexting la infamia será lo que les espere.

Fuente: Washington Post vía Winnipeg Free Press.

Más información sobre el sexting:

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La difusión de sexting ajeno podrá ser penada con un año de cárcel

(Artículo de Jorge Flores Sigue al director de PantallasAmigas en Twitter para SER Consumidor, de la Cadena SER.)

Pero, ¿qué es el Sexting?

Sexting, en su significado más puro y actual, es la producción de imágenes propias (fotografías o vídeos) de alto contenido erótico o pornográfico y su envío a otra persona mediante el teléfono móvil.

Realizar sexting, por lo tanto, no supone un daño en sí mismo para quien lo realiza salvo que su producción o envío pudiera tener consecuencias legales directas, como ocurre en alguno de estos casos donde, por ejemplo, la imagen:

  • puede ser calificada de pornografía infantil.
  • incluye otras personas que no han consentido su producción o difusión.
  • es de alto voltaje y enviada a menores o incapaces.

¿Por qué es una práctica de riesgo?

Del sexting a la sextorsiónPongamos el caso de una mujer adulta que genera un vídeo íntimo de sí misma, donde puede ser reconocida, y lo envía a su pareja con el deseo y convencimiento de que no será compartido con nadie. Los problemas pueden comenzar cuando esas imágenes llegan a otras personas, son publicadas online, o están en manos de un chantajista que, en ocasiones, puede incluso ser el destinatario original del envío.

Si la fotografía o grabación alcanza difusión pública, bien por haber sido publicada en Internet, bien porque se ha distribuido entre smartphones de forma profusa se produce una primera afectación del honor, la intimidad y la propia imagen.

Este problema en muchas ocasiones viene aderezado con hostigamiento social que, en el caso de una persona pública como Olvido Hormigos, alcanza incluso repercusión mediática. En los incidentes con personas menores de edad suele adquirir la forma de ciberbullying.

Cuando las imágenes llegan a manos de un chantajista, el problema sería el de la sextorsión, esto es, la solicitud de determinadas concesiones (dinero, imágenes, mantenimiento de relaciones sexuales o sentimentales…) a cambio de que la comprometida grabación no sea publicada online o enviada al círculo relacional de su protagonista.

Otras prácticas con similares consecuencias

Existen otras situaciones que, sin constituir sexting, a la postre nos ponen directamente en uno de los casos anteriores: imágenes íntimas y privadas en manos de terceros. Pueden ser imágenes delicadas producidas pero no enviadas de forma voluntaria sino robadas, como ya ha ocurrido, por ejemplo, con intrusiones en los smartphones o activación mediante malware de la webcam. También es común el caso en el que se practica cibersexo o se muestran actitudes sexuales o desnudos vía webcam y quien está al otro lado de la pantalla graba de forma permanente un show que cuyo protagonista pensaba era temporal y privado. También pueden ser imágenes cedidas de forma voluntaria por medio de engaños u obligatoria bajo presiones y amenazas. Este es el caso de Amanda Todd, adolescente de 15 años que se acabó suicidando el pasado 10 de octubre víctima de ciberbullying sustentado en unas imágenes de sus pechos que mostró por la webcam. La crueldad de una parte de su entorno de relaciones, potenciada por el alcance de Internet y las redes sociales, acabó con ella.

Violencia sexual digital y reformas legislativas

Las estadísticas y las consultas nos dicen que en mayor medida son las mujeres, adolescentes y jóvenes, quienes sufren las consecuencias de la existencia de imágenes íntimas en manos inadecuadas. La sextorsión, por lo general, se traduce en solicitudes de tipo sexual. Se trata de violencia de género en la Red, es violencia sexual digital. Constituye un fenómeno alarmante y creciente al que esperamos contribuyan a poner freno las recientes reformas propuestas para el código penal que solicitan un año de cárcel por difusión de imágenes íntimas aun cuando la grabación de las mismas hubiera sido consentida.

Información y recursos educativos sobre temas relacionados:


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Preocupante tendencia en el Reino Unido: niños que piensan que algunas niñas «merecen ser violadas»

La ONG británica Family Lives publicó ayer un informe sobre sexualización e hipermasculinidad de los niños. Este estudio indica entre otros aspectos que existe un preocupante auge de violaciones entre niños.

Los niños varones, según el estudio, perciben que las niñas con poca ropa merecen ser violadas, y que la violencia contra las mujeres es aceptable.

El estudio también advierte de que niñas de 11 años participan en sesiones sexuales a través de la webcam, vinculadas con el uso de las redes sociales.

Los autores del estudio achacan estos fenómenos al porno fácilmente accesible online, al sexting y a que los padres no hacen los suficiente para evitar que accedan a este tipo de contenido. Otros estudios centrados en el sexting entre menores y que analizan sus causas o motivaciones, han resaltado los posibles efectos de la actual cultura audiovisual presente en TV, en la música, etc. sobre estos fenómenos de machismo e hipersexualización, como ya hemos venido contando en este mismo web.

El pasado mes un chico de 12 años fue juzgado por violar a una niña de 9 tras estar viendo porno duro en la Red; dijo a la policía que quería «sentirse mayor».

En un caso citado en el estudio de Family Lives un padre se sorprendió al descubrir que su hija de 11 años intercambiaba imágenes y sesiones de webcam desnuda con un chico de 14, ya que nunca había percibido en ella interés por el sexo ni por los chicos. Tras revisar su actividad online vio que había estado hablando de sexo con el chico y visitando webs pornográficos.

El diario británico Daily Mail narra otro suceso en el que chicos de 14 y 15 fueron convocados por otros vía mensajería de sus blackberrys para participar en la violación grupal de una niña pequeña.

El primer ministro británico está considerando la imposición de filtros para dificultar el acceso de los menores a los contenidos pornográficos online.

Fuente: DailyMail

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Demuestran que la amenaza de acciones legales no sirve para prevenir el sexting adolescente

El 20% de los alumnos de un instituto privado del Suroeste de los EE. UU. han utilizado alguna vez sus móviles para enviar una foto sexualmente explícita, el 25% han reenviado ese tipo de imágenes y la mitad de los varones la ha recibido alguna vez. Esto es lo que revela un reciente estudio realizado por un equipo de psicólogos de la Universidad de Utah y publicado en la revista Archives of Sexual Behavior. Son cifras que contradicen otras menores apuntadas por otros estudios recientes sobre el fenómeno del sexting.

No obstante, lo más chocante de este nuevo estudio es que descubre que la amenaza de consecuencias legales (cargos por pornografía infantil e incluso penas de cárcel) no evita en absoluto que los adolescentes hagan sexting, más bien al contrario. Así, de entre los 606 entrevistados, quienes conocían dichas consecuencias eran los que más realizaban sexting (35% frente a 24% entre los que no eran conscientes de los riegos legales).

Según el director del estudio, Donald Strassberg, esto equipara la práctica del sexting con el consumo de alcohol entre menores de edad o copiar en los exámenes: simplemente entender que hay consecuencias legales no es suficiente, y piensan que a ellos no los van a pillar. Así y todo, eso no explica por qué los que conocen las implicaciones son los que hacen más sexting, aspecto sobre el cual se sigue investigando. Apuntan a que podría ser que precisamente la ilegalidad lo convierta en más atractivo para los adolescentes, dispuestos a contravenir las normas culturales o morales. En cualquier caso Strassberg advierte de que avisar sobre los riesgos legales no es el mejor camino para evitar que los chicos hagan sexting. En lugar de ello, apuesta por la vía educativa desde los colegios, explicando las consecuencias sociales y psicológicas que tiene enviar una foto nuestra desnudos que puede ser tan fácilmente distribuible.

Fuente: Buzzfeed

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  • La apuesta educativa de PantallasAmigas para abordar el problema: Sexting.es. Este web incluye una relación detallada de los riesgos de esta actividad, vídeos educativos, consejos, estadísticas y numerosos enlaces a estudios y artículos que analizan en profundidad el sexting.


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Estadísticas sobre el sexting y algunos de sus ciberdelitos asociados en 2011

SextingEn 2011 se publicaron estudios en varios países cuantificando la incidencia del sexting entre la población. PantallasAmigas los ha reunido para ofrecer una imagen global del problema, ampliada con datos aún más recientes publicados en el Reino Unido.

España

El Estudio sobre seguridad y privacidad en el uso de los servicios móviles por los menores españoles, elaborado por INTECO y Orange mostró que:

  • El 4,3% de los menores ha recibido imágenes sugerentes de personas de su entorno (sexting pasivo), y un 1,5% reconoce haberse hecho a sí misma/o fotografías de carácter sexy (sexting activo).
  • El sexting activo es más practicado por chicas (2,2%) al contrario que sexting pasivo, más practicado por los chicos (5,1%).

Estados Unidos

Un estudio publicado en la revista Pediatrics sobre el sexting entre los menores estadounidenses, reveló que sólo el 1% envían imágenes sexualmente explícitas (es decir, que muestran pechos desnudos, genitales o el culo, según la definición del estudio) que podrían ser constitutivas de delito de pornografía infantil según las leyes de los EE. UU.
Otros datos revelados por el estudio fueron:

  • 7% afirman haber recibido imágenes de otras personas desnudas o casi-desnudas.
  • El 5,9% las han recibido sexualmente explícitas.
  • De los que recibieron imágenes de sexting, el 56% eran chicas, y el 55% tenían 16 ó 17. Ninguna tenía menos de 12 años.
  • El 9,6% aparecía en imágenes desnudo o casi desnudo, o las había sacado o recibido (es decir, había estado implicado de alguna manera en un caso de sexting).
  • El 2,5% aparecía en dichas imágenes o las había creado. De esos, el 61% eran chicas, el 72% tenían 16 o 17 años y sólo el 6% tenían 10, 11 ó 12 años.
  • Del total de los entrevistados, el 1,8% se había sacado a sí mismo/a, el 0,3% había sido grabado/fotografiado por otra persona y el 0,4% había grabado/fotografiado a otro menor.
  • De los que salían en las imágenes o las habían sacado sólo el 54% mostraba pechos, genitales o culo desnudos.
  • Entre los que las recibieron, ese tipo de imágenes suponía el 84%.
  • El reenvío es poco frecuente: fueron distribuidas o publicadas en Internet en el 10% de los casos de sexting activo y sólo en el 3% de sexting pasivo.
  • El sexting activo sucedió:
    • Una sola vez en el pasado año, para el 41%.
    • Dos veces para el 23%.
    • De 3 a 5 veces para el 26%.
    • 6 veces ó más para el 10%.
  • El sexting pasivo sucedió:
    • Una sola vez en el pasado año, para el 39%.
    • Dos veces para el 33%.
    • De 3 a 5 veces para el 22%.
    • 6 veces ó más para el 6%.

En una encuesta realizada por Associated Press y el canal de televisión MTV uno de cada tres adolescentes y adultos jóvenes encuestados reconoció haber tomado parte en el sexting. El 61% de ellos reconoció que el sexting es «un problema» para los internautas su edad. Solamente el 10% de los encuestados que dijeron que habían intercambiado mensajes sexuales con personas que sólo conocen de Internet. En un estudio similar realizado en 2009 esa cifra era del 29%.

Según un estudio del Centro de Investigación sobre Delitos contra los Niños de la Universidad de New Hampshire, la policía de los EE. UU. trato entre 2008 y 2009 un total de casi 3.500 casos de sexting de menores (1.750 casos por año), en 2/3 de los cuales concurrían circunstancias agravantes, tales como la participación de un adulto (36%) o actuación abusiva por parte de un menor (31%).

  • De los casos en que había un adulto implicado, la mitad de esos adultos tenían entre 18 y 25 años. En un 5% de este tipo de casos eran los menores quienes enviaban sus desnudos a los adultos en busca de sexo, es decir, casi un 2% del total de casos analizados.
  • En el 6% del total de casos el comportamiento era gravemente delictivo al implicar sextorsión o abuso sexual entre los propios menores.
  • En el 17% del total de casos se había producido distribución del sexting sin autorización.
  • En su mayoría (63%) los casos no pasaron más allá de los teléfonos móviles, es decir: no acabaron en Internet.
  • En dos de cada tres casos las imágenes mostraban los genitales o relaciones sexuales, y por tanto serían pornografía infantil según las leyes federales de los EE. UU.
  • El intercambio de imágenes de sexting juega un papel relevante en las relaciones sexuales ilícitas entre adultos y menores.

Investigadoras de la Universidad estadounidense de Rhode Island realizaron una encuesta entre jóvenes en edad universitaria y encontraron que 2/3 (67%) habían realizado sexting y el 78% también lo habían recibido. El 17% incluso lo había reenvíado a terceras personas.

México

Una encuesta de la organización mexicana ASI reveló que el 90% de las personas que envían sexting, autofotografiándose en poses eróticas o desnudas, son mujeres. En una amplia encuesta realizada a más de 10.000 estudiantes mexicanos de cuarto de primaria hasta tercero de secundaria (el 85% tenía entre 12 y 16 años) dio a conocer que casi el 8% de estos jóvenes reconocen haber enviado imágenes suyas desnudos o semidesnudos a conocidos o extraños. El 36,7% de los encuestados dijo conocer a alguien que ha enviado o reenviado imágenes de ese tipo, y el 10,2% reconoció haber enviado mensajes de e-mail o de SMS con insinuaciones sexuales (sexting textual).

Luz María Velázquez Reyes, del Instituto Superior de Ciencias de la Educación del Estado de México, comunicó en noviembre de 2011 las siguientes cifras después de entrevistar a 708 estudiantes (232 de bachillerato y 476 de licenciatura):

  • 80% habían visto imágenes de personas semidesnudas o desnudas en las redes sociales.
  • 20% se tomó fotografías o videos sexualmente sugestivos.
  • 20% recibió invitaciones para retratarse en poses eróticas o pornográficas.
  • El 45% compartió material erótico recibido por teléfonos celulares.
  • 10% lo ha publicado en sus perfiles o lo ha enviado a sus contactos.
  • 60% recibió imágenes o videos con estas características.
  • En el 25% de los casos, los jóvenes los comparten con su pareja, y el 10 por ciento, con personas cercanas.
  • El 55% de los encuestados conoce a alguien que guarda fotografías o videos de novias.

Brasil

Una encuesta realizada por el web brasileño Capricho reveló que más del 90% de las chicas habían recibido solicitudes para mostrarse desnudas ante la webcam.

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Estudio sobre menores y adultos detenidos a causa del sexting en los EE.UU.

En un estudio complementario al publicado recientemente acerca de la incidencia del fenómeno del sexting entre los menores estadounidenses, los investigadores del Centro de Investigación sobre Delitos contra los Niños de la Universidad de New Hampshire han publicado cifras relacionadas con los casos se sexting que acaban en manos de la policía.

Según su estudio la policía de ese país trató en 2008 y 2009 casi 3.500 casos de sexting (definido a efectos del estudio como imágenes sexuales producidas por menores susceptibles de ser consideradas pornografía infantil). En 2/3 de los casos existían condiciones agravantes:

  • En un 36% de los casos había un adulto implicado. La mitad de esos adultos tenían entre 18 y 25 años. De los casos en que había adultos, un 5% eran los menores quienes enviaban sus desnudos a los adultos en busca de sexo, es decir, casi un 2% del total de casos.
  • En un 31% había algún menor que había actuado con malicia, de manera abusiva o sin consentimiento. Es decir, o había intentado causar mal (sextorsión, abuso sexual, malicia…) o había hecho un uso ilícito (creación o distribución de las imágenes sin el conocimiento del menor o la menor retratada o contra su voluntad). El 18% de estos casos (casi el 6% del total) el comportamiento era gravemente delictivo al implicar sextorsión o abuso sexual. En la mayoría de casos (57%, el 17% del total) se trataba tan sólo de distribución del sexting sin autorización. Los autores identifican como causa frecuente, una ruptura de pareja.

En su mayoría los casos (63%) no pasaron más allá de los teléfonos móviles, es decir: no acabaron en Internet. Concluyen por ello que la mayoría de los incidentes de sexting no llegan a trasladarse a la Red.

Sólo en unos pocos casos algún implicado acabó siendo registrado públicamente como delincuente sexual (en los EE. UU. y otros países existen ese tipo de registros públicos donde se publican los nombres de personas condenadas por delitos de tipo sexual). Las detenciones son raras en los casos en que no hay adultos implicados, a no ser que haya abuso sexual entre los menores o chantaje.

En dos de cada tres casos las imágenes mostraban los genitales o relaciones sexuales, y por tanto serían pornografía infantil según las leyes federales de los EE. UU. En el 84% de los casos había habido distribución de las imágenes.

En cuanto a cómo gestionó la policía los diversos casos:

  • 62% de los casos con adulto implicado llevó a una detención.
  • Hubo también detenciones en el 36% de los casos menor-menor. En el 70% de las detenciones se trataba de menores que habían abusado sexualmente de otros y que habían grabado o fotografiado dicho ataque. Otro 20% habían camelado a otros menores para enviarles fotos de sexting a través de Internet.
  • En los demás casos, hubo detención en el 18% de los sucesos de sexting denunciados.

Los autores advierten de que los casos que llegan a la policía no son representativos del conjunto del sexting juvenil pero sí que son una de las fuentes más sistemáticas y completas disponibles sobre el problema, sobre todo acerca de sus implicaciones delictivas.

La clasificación de los casos de sexting que realizaron los autores fue la siguiente:

  • Casos de sexting con agravantes:
    • Adultos implicados.
    • Menor actuando con malicia.
  • Casos de sexting normales:
    • Dentro de una pareja.
    • Búsqueda de atención o ligue.
    • Otros tipos.

Los investigadores concluyen que el sexting, incluso cuando entra dentro de lo ilegal o denunciable, constituye un fenómeno muy variado. En ocasiones hay elementos delictivos graves (chantaje, abuso sexual, relaciones ilícitas con adultos…) pero en otro 33% de casos no existe tal gravedad y son más bien debidos al interés por experimentar, a una relación sexual de pareja o al flirteo. Los 1.750 casos por año que estima el estudio son una cifra relativamente baja, para los autores del informe, para un país como los EE. UU. No obstante, avisan de que no sirve para estimar la prevalencia del sexting pues la inmensa mayoría de casos no llega a manos de la policía.

Apuntan también a que el intercambio de imágenes de sexting juega un papel relevante en las relaciones sexuales ilícitas entre adultos y menores y que supone un reto para padres, pediatras y autoridades porque el o la menor puede sentir un vínculo muy fuerte con el adulto y no sentirse víctima de él (o ella). También llaman la atención sobre los casos de menores muy jóvenes que están usando el sexting para llamar la atención de los demás.

Fuente: CCRC.
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1% de menores en EEUU estarían infringiendo las leyes de pornografía infantil por medio el sexting

Según un estudio que acaba de ser publicado en la revista Pediatrics sobre el sexting entre los menores estadounidenses, sólo el 1% envían imágenes sexualmente explícitas (muestran pechos desnudos, genitales o el culo, según la definición del estudio) que podrían ser constitutivas de delito de pornografía infantil según las leyes de los EE. UU.

El estudio realizado por Kimberly J. Mitchell, David Finkelhor, Lisa M. Jones y Janis Wolak del Centro de Investigación sobre Delitos contra los Niños, de la Universidad de New Hampshire se centra en el sexting gráfico (envío de imágenes y vídeos sexuales por teléfonos móviles, Internet u otros dispositivos electrónicos) y se basa en entrevistas a 1.560 internautas de entre 10 y 17 años y a sus padres, realizadas telefónicamente entre agosto de 2010 y enero de 2011.

Grado de extensión del sexting

Otros datos revelados por el estudio son:

  • 7% afirman haber recibido imágenes de otras personas desnudas o casi-desnudas.
  • El 5,9% las han recibido sexualmente explícitas.
  • De los que recibieron imágenes de sexting, el 56% eran chicas, y el 55% tenían 16 ó 17. Ninguna tenía menos de 12 años.
  • El 9,6% aparecía en imágenes desnudo o casi desnudo, o las había sacado o recibido (es decir, había estado implicado de alguna manera en un caso de sexting).
  • El 2,5% aparecía en dichas imágenes o las había creado. De esos, el 61% eran chicas, el 72% tenían 16 o 17 años y sólo el 6% tenían 10, 11 ó 12 años.
  • Del total de los entrevistados, el 1,8% se había sacado a sí mismo/a, el 0,3% había sido grabado/fotografiado por otra persona y el 0,4% había grabado/fotografiado a otro menor.
  • De los que salían en las imágenes o las habían sacado sólo el 54% mostraba pechos, genitales o culo desnudos.
  • Entre los que las recibieron, ese tipo de imágenes suponía el 84%.
  • El reenvío es poco frecuente: fueron distribuidas o publicadas en Internet en el 10% de los casos de sexting activo y sólo en el 3% de sexting pasivo.
  • El sexting activo sucedió:
    • Una sola vez en el pasado año, para el 41%.
    • Dos veces para el 23%.
    • De 3 a 5 veces para el 26%.
    • 6 veces ó más para el 10%.
  • El sexting pasivo sucedió:
    • Una sola vez en el pasado año, para el 39%.
    • Dos veces para el 33%.
    • De 3 a 5 veces para el 22%.
    • 6 veces ó más para el 6%.

Impacto emocional

Según el estudio el 21% de los que había practicado sexting activo habían acabado sintiéndose muy molestos, avergonzados o atemorizados. Esa cifra es del 25% entre los que recibieron sexting (pasivo).

El 28% acudieron a su padre, madre, profesor(a) o a la policía para comunicarles el hecho.

Fuente del sexting

En la mayoría de los casos de recepción de sexting, el responsable era alguien que el/la menor conocía.

El motivo más común era una relación sentimental, aunque también se citaron las bromas y el ligue. Una cifra importante de los menores que salían en el sexting (31%) lo habían hecho en relación con el consumo de alcohol o drogas. En los casos en que había mayores de edad implicado, todos tenían entre 18 y 21 años.

Un 3% de los que habían aparecido en las imágenes o las habían realizado, reconocieron hacer a causa de amenazas o un chantaje.

Conclusiones y críticas a estudios anteriores

Según las conclusiones del estudio, el grado de exposición de los menores estadounidenses al sexting hace necesario «proporcionarles información acerca de las consecuencias legales de dicha actividad, así como consejos sobre qué hacer si reciben una imagen de sexting». Sin embargo, opinan los autores que «los datos que muestra el estudio sugieren que el sexting está lejos de ser la norma entre los más jóvenes».

Los autores critican también otros estudios previos ampliamente citados acerca del sexting, como el realizado por la National Campaign to Prevent Teen and Unplanned Pregnancy que asignaba una prevalencia del 20% de esta actividad entre los jóvenes. Según estos pediatras dicho estudio adolece de problemas metodológicos como el no haberse hecho entre una población general y el haber incluido también a mayores de edad (18 y 19 años). También critican que las definiciones de imágenes de sexting usadas no haya sido suficientemente precisas en los estudios anteriores sobre el tema pues preguntan a los adolescentes acerca de imágenes de «desnudos o semidesnudos», «casi desnudos» o «sexualmente sugerentes», que en la práctica pueden incluir imágenes que cualquiera podría ver en una playa. Otros estudios ni siquiera diferencian entre sacarse una imagen y enviarla por un lado (sexting activo), y recibirla y retrasmitirla, por otro (sexting pasivo). El efecto de estos estudios, sería crear una alarma injustificada y amplificada por los medios de comunicación. Según sugiere el estudio, «el sexting puede que no esté indicando un cambio dramático hacia un comportamiento sexual más arriesgado entre los jóvenes, sino que puede que tan sólo esté sacando más a la luz algunos comportamientos de ese tipo para los adultos y las autoridades».

Para los autores, el suyo es el primer estudio que aborda la cuestión en detalle y con definiciones precisas del tipo de imágenes.

Los investigadores preguntaron en concreto:

  • ¿Alguna vez te han enviado fotos o vídeos de chicos/as de menos de 18 años desnudos o semidesnudos, que otra persona había sacado?
  • ¿Alguna vez has reenviado o publicado este tipo de fotos o vídeos?
  • ¿Te has sacado alguna vez fotos o vídeos desnudo/a o casi desnudo/a?
  • ¿Te ha sacado alguien ese tipo de fotos o vídeos?
  • ¿Se los has sacado tú a alguien de menos de 18 años?

En el estudio los propios jóvenes definieron lo que eran imágenes de personas «desnudas o semidesnudas», incluyendo en dicha definición «fotos en ropa interior o trajes de baño, poses sexys con la ropa puesta y primeros planos de los genitales con ropa».

El estudio reconoce finalmente que la prevalencia del sexting puede ser mayor dado que el estudio se ha centrado en usuarios de Internet, y que este fenómeno no es exclusivo de la Red, principalmente por su existencia vía teléfonos móviles.

Fuente: Pediatrics. The American Academy of Pediatrics

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Afirman que los niños que ahora están en primaria conocerán mejor los riesgos e implicaciones legales del sexting

Cuando la australiana Zoey (nombre ficticio) comenzó en el instituto con 13 años —chica guapa, inteligente y deportista— comenzó también sus primeros flirteos adolescentes. Empezó a enviar SMS a un chico un año mayor que había conocido en verano, y que era uno de los chicos más guays.

Ilustración sexting

Una noche el chico le mandó a Zoey un SMS con una petición inesperada: «Mándame una foto». Zoey le preguntó a qué quería que le tomase la foto. «Quítate la ropa», le contestó. Ella no respondió entonces pero el chico continuó acosándola con sus peticiones justificándose con que «todo el mundo lo hace», «no seas estrecha», etc. hasta que una noche ella entró con el teléfonos en el cuarto de baño de su casa, se desvistió y se sacó una foto de cuello para abajo en el espejo. Unos segundos después dio a Enviar y él tuvo su foto.

Al de unos días ella tuvo el convencimiento de que el chico había compartido la foto: cuando ella pasaba por el comedor escolar notaba la mirada del grupito de amigos del chico. Pronto comenzó a recibir mensajes de otros chicos pidiéndole fotos. Ahora con 15 años Zoey recuerda: «Pasé por el mismo proceso de nuevo con otros dos chicos». «Yo sólo quería hacer amigos y ser popular, y pensaba de verdad que si accedía ellos serían mis amigos.»

Meses después, cuando las sonrisitas en el insituto fueron demasiado para soportar en solitario, Zoey se derrumbó llorando en casa y sus padres lo descubrieron. Se sintieron fracasados al ver que las estrategias con que habían educado a su hija para ser capaz de resistir las manipulaciones de los chicos, habían fallado.

Nina Funnell, investigadora que trabaja en un libro sobre el cortejo entre adolescentes, se ha encontrado con muchos casos como el de Zoey y afirma que muchas de estas niñas acaban siendo etiquetadas de putas una vez que las imágenes se difunden víricamente. Y advierte de que otras chicas son a menudo cómplices en esa retrasmisión del sexting y que hay otras que incluso están orgullosas de producirlo y no comprenden por qué les preocupa a padres y profesores/as. Asegura que es de ingenuos pensar que las chicas sólo envían fotos de sexting presionadas o tan siquiera requeridas por los chicos. Algunas chicas estudian incluso con detalle la elaboración de las fotos, metiendo barriga o resaltando bien sus pechos. Funnel habla de casos de chicos que se han sentido intimidados por recibir en su móvil fotos de chicas que no habían solicitado en absoluto: esto les resulta especialmente molesto a los chicos más jovencitos.

Funnel advierte de que pese a que el término sexting es el usado por los medios, no lo usan los propios chicos [Nota de PantallasAmigas: al menos, en Australia], que simplemente se refieren a las fotos como imágenes sexys, y que a menudo son parte de una secuencia de mensajes para ligar o entre novios, que no tiene relación alguna con el ciberbullying. Esta realidad les resulta dura de aceptar a muchos padres, madres y docentes y los adolescentes son muy conscientes de esta visión tan diferente, que lleva a algunos a tener un móvil y una cuenta en las redes sociales, que sus padres no conocen ni controlan y que usan para el sexting.

La investigación de Funnell ha revelado que los adolescentes homosexuales practican mucho el sexting, y aunque para los chicos heterosexuales tampoco es raro mandar sus fotos a las chicas, en este caso es poco frecuente que se reenvíen víricamente: Funnel lo explica por el miedo a que alguien descubra en el móvil de un chico la foto de otro chico desnudo y lo acuse de gay.

Para la expolicía Susan McLean a los padres les resulta difícil de aceptar que sus hijos/as hagan sexting, porque piensan que eso es sólo cosa de las guarrillas de la clase. McLean identifica varios escenarios en los que las adolescentes producen sexting, un acto mucho menos común que el reenvío, según afirma:

    Sexting en borracheras

  • Casos de presión de un novio/ligue/amigo como el de Zoey.
  • Chicas que se lo mandan a su novio «porque le quiero».
  • Fotos sacadas durante la habitual desinhibición etílica en fiestas-borracheras.

El consultor Tony Richards identifica un escenario más: un grupo de chicas conectado vía webcam con un grupo de chicos, y jugando a alguna versión del viejo juego de beso, verdad o consecuencia [Nota de PantallasAmigas: el juego citado en el original en inglés es spin the bottle].

El impacto socioemocional de la difusión suele ser devastador para las chicas, equivalente a un «suicidio social», según McLean. Aquí también funciona la doble moral sexista: las chicas que hacen sexting son unas guarras, y los chicos, unos sementales. En su opinión la gran disponibilidad de porno en Internet, la cultura de las celebridades, el modelo en boga de mujer sexualmente segura y agresiva y la táctica de que «si tú no me pones la webcam, otra lo hará», contribuyen a normalizar el sexting entre las chicas. La psicóloga a la que acudió la familia de Zoey había atendido en 6 meses a 4 chicas de entre 12 y 15 años por casos diferentes de sexting.

Según los psicólogos adolescentes la presión de los pares entre los adolescentes es hoy día mayor que nunca. Los teléfonos móviles e Internet han hecho que esté presente 24 h al día los 7 días de la semana, y que no dé tregua.

Según el exprofesor Tony Richards, el problema con el sexting es para los chicos que son ahora adolescentes, pues los que están ahora en primaria ya están comenzando a ser educados acerca de estos riesgos y en las consecuencias legales del sexting, p.ej. porque las escuelas «están despertando».

Echando la vista atrás, Zoey se pregunta cómo fue posible pasar en cuestión de pocos meses de ser una alumna modelo de educación primaria, a ser una adolescente que mandaba fotos de sí misma desnuda a los chicos. Ella y su madre desearían que alguien las hubiese prevenido acerca del sexting antes de empezar el instituto y de haber tenido su primer teléfono celular.

Fuente: The Age



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El «sexting»: una moda ilegal en Australia, donde descoloca a autoridades policiales y escolares

La policía y las autoridades escolares australianas están intentando reaccionar ante el auge del sexting entre adolescentes en aquel país.

Según fuentes académicas y de expertos en seguridad, prácticamente la totalidad de las escuelas de secundaria en el Estado de Victoria han tenido al menos un incidente por sexting entre los estudiantes. A pesar de ello, y de que sea constitutivo de pornografía infantil (en Victoria es ilegal poseer o trasmitir fotos de personas menores de 18 años desnudas), pocos son los centros que han avisado a la policía: la mayoría lo trata a nivel interno o con la ayuda de expertos y asesores en la cuestión, que suelen hablar con los alumnos y los padres implicados. Los directores no tienen claro cómo actuar y menos de un tercio tienen una política escolar clara al respecto de este problema y otros derivados del uso de las redes sociales online.

En los casos en que se pone en manos de la policía, el tratamiento difiere mucho: a veces la policía se limita a advertir a los adolescentes, y en otros casos han acabado con cargos por pornografía infantil. En ocasiones no tienen claro si deben aplicar esas leyes o las relativas al ciberbullying, y se han mostrado muy reticentes a actuar cuando el tema se produce en una red social como Facebook. Muy pocos casos acaban en el Juzgado de Menores.

Según una investigación de Fairfax Media:

  • Las chicas envían más sexting que los chicos, y a menudo son las chicas de las que menos se podría esperar.
  • Se han hallado imágenes de sexting producidas por adolescentes de Victoria, que han acabado formando aprte de colecciones pedófilas internacionales.
  • Algunos adolescentes tienen 2 móviles y 2 cuentas de Facebook: uno/a para que vean sus padres, y otro/a que no estos no conocen.

Los expertos opinan que el sexting es un producto más del culto a las celebridades hipersexualizadas, que promueve un tipo de joven mujer devoradora sexual. Las fotos que circulan por Internet de celebridades de la TV, de la música pop y del deporte como Vanessa Hudgens, Paris Hilton, etc. contribuyen a que los adolescentes adopten comportamientos arriesgados. Es el resultado de la colisión entre hormonas y tecnología, según una especialista en ciberseguridad.

El equipo de la policía de Victoria que se ocupa de la explotación online de los niños se ha visto obligado a desarrollar unas recomendaciones para que otros departamentos de la policía sepan reaccionar ante el sexting, que estarán disponibles en forma de manual a finales de 2011. Según un sargento de la policía, «el sexting va a continuar porque los chicos no entienden sus consecuencias, y los padres no entienden la tecnología». Esas consecuencias pueden en teoría incluir 10 años de prisión y ser incluidos en un registro de delicuentes sexuales.

Uno de los casos más comunes es la difusión entre terceros de fotos por parte de exnovios. En algunos casos las fotos de desnudos integrales o topless de los estudiantes están circulando durante todo el curso y por todo el instituto.

Fuente: The Age

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Menores imputados e inimputables en un caso de difusión de «sexting» en Pamplona

Dos adolescentes de Pamplona de 14 años, han sido imputados por un delito de descubrimiento y revelación de secretos por difundir la fotografía de una menor de 13 años desnuda a través de mensajes de teléfono móvil y correo electrónico. Otros dos menores implicados no han acusados, por tener menos de 14 años y ser por tanto inimputables.

La Policía Foral navarra ha advertido de la proliferación de esta práctica, conocida como sexting, que según han advertido ha comenzado a detectarse en Navarra después de estar ya muy extendido en otros lugares como los EEUU.

La investigación comenzó por la consulta de un colegio de Pamplona que había detectado la difusión generalizada de la fotografía de una alumna, en la que aparecía reconocible y desnuda de cuerpo entero.

Al parecer la muchacha se hizo la foto a sí misma y la envió vía móvil a su exnovio, quien la reenvió a los móviles de sus amigos del barrio. Estos, que acuden a diferentes centros escolares la reenviaron a su vez por móvil y por correo electrónico a sus compañeros.

La fotografía acabó así llegando a los propios compañeros de colegio de la joven fotografiada, quien entonces se dio cuenta de la difusión que había tenido su envío.

Fuente: El Correo

Guía e-legales: la guía para la gente legal de InternetPantallasAmigas ofrece diversos recursos para conocer más sobre las responsabilidades legales de los menores en Internet (Guía e-Legales), para prevenir problemas con la propia imagen en la Red, y para sensibilizar sobre los problemas derivados del sexting.

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