Según un estudio de la organización británica NSPCC los adolescentes que reciben imagenes de sexting de otras personas las comparten porque creen que son el equivalente a los recortes de revistas pornográficas que se compartían antaño. No son capaces de diferenciar entre imágenes de contenido erótico o pornográfico profesional (realizadas por actores y actrices profesionales de la industria del entretenimiento para adultos), y las imágenes de compañeros y compañeras que han escapado del contexto en el que supuestamente se compartieron.
La influencia de la industria pornográfica, y más concretamente la que produce pornografía dura (hardcore), no termina ahí: el contenido de las imágenes que se comparten como sexting está inspirado por las secuencias y costumbres observadas en el porno más hardcore, lo que les hace creer también que esas posturas y acciones son normales y aceptables: aceptables tanto para quien las produce, como para quien las recibe y las acaba redistribuyendo.
Los vídeos musicales también alientan a los jóvenes a realizar ciertas acciones donde normalmente el hombre trata a la mujer de forma denigrante, según alerta el informe. Combinado con la edad y el exceso de hormonas que viene asociado a la adolescentes, tenemos un cocktail explosivo que ha multiplicado el contenido explicitamente sexual enviado y recibido por los adolescentes. Para los adolescentes, además, enviar y recibir imágenes de su cuerpo es parte del modo actual de flirtear. Sin embargo, muchas chicas aún se resisten a las peticiones de sus compañeros de clase que en muchos casos están simplemente probando suerte, sin tener una mala intención inicial de qué hacer después con esas imágenes en caso de obtenerlas.
Muchos chicos, sin embargo, solicitan el contenido de forma depredadora y amenazante, lo que lleva que haya chicas que acaben enviando sexting a chicos que apenas conocen. Son estas imágenes las que acaban normalmente siendo utilizadas para practicar el ciberbullying, ya que se suelen publicar con más facilidad en sitios públicos de Internet.
Aparte de confiscar el teléfono, hay poco que los padres puedan hacer para evitar este tipo de prácticas, afirman. De momento, no hay firewalls o filtros capaces de bloquear de manera efectiva el envío y la recepción de este tipo de contenidos, menos aún considerando que existen aplicaciones para practicarlo que están diseñadas para aparentar ser otro tipo de aplicaciones (calculadoras, navegadores…) y así engañar a profesores y padres, incapaces de detectar por qué medio se están compartiendo este tipo de imágenes y vídeos.
El informe reclama como fundamental que haya una mejor educación afectivo sexual, en donde se debe tener en cuenta que las redes sociales forman ya parte de la vida social y amorosa de los adolescentes, y no centrarse solo en los aspectos biológicos de la sexualidad. Enseñar a los niños a decir NO en Internet, o qué tipo de contenido sexual es inapropiado, es tan importante como conocer el aparato reproductor. Muchos profesores, sin embargo, encuentran imposible tratar con niños de 13 o 14 años el tema de la pornografía, o el porqué algunos comportamientos que aparecen en ese tipo de películas son degradantes: la causa suele ser que los padres simplemente no permitirían que se hablase de pornografía con los alumnos.
Por muy incómodo que sea, los expertos creen que tanto los padres como los profesores deberían hablar sobre el sexting y la pornografía con los alumnos, eso sí, de forma cooperativa y compartiendo la responsabilidad.
Instagram, aplicación que permite compartir fotos en diferentes redes sociales, ha sido objeto de varias polémicas esta semana. La última, el intento de linchamiento por parte de un grupo de adolescentes que trataron de acceder a la escuela de quien había subido varias fotos de sexting de ellos a Instagram.
Al parecer, una estudiante sueca de 17 años había solicitado fotos de sexting para ponerlas en Instagram con la promesa de no desvelar la fuente de quien le pasara las fotos. Su cuenta se llenó de cientos de fotos de niños y niñas de 13/14 años, muchos con sus nombres incluidos y con las supuestas actividades sexuales que se realizaron. Según comentan los afectados y sus compañeros, no había desnudos ni fotos comprometidas, pero las sugerencias y esas supuestas actividades sexuales fueron suficientes para enfurecer a los afectados. Había tantas fotos en esa cuenta de Instagram, que varios estudiantes se organizaron por Facebook para encontrar a los culpables y cuando encontraron a la autora, hicieron un llamamiento para ir a su escuela para lincharla.
La policía acordonó y protegió el centro escolar pero eso no impidió que se produjeran disturbios y algaradas. Los jóvenes lanzaron piedras a los agentes, saltaron encima de los coches y tumbaron farolas y papeleras.
Nuevamente se demuestra la facilidad con la que las personas son difamadas a través de Internet, basándose en simples rumores, y la velocidad con la que se organizan y promueven prácticas antisociales que acaban causando serios disturbios.
Por tercer año consecutivo la Concejalía de Igualdad del Ayuntamiento de Parla organiza una Jornada de sensibilización en el marco del Convenio suscrito con el Instituto de la Mujer para el desarrollo del Programa de “Información, Formación y Prevención de la violencia sexual en jóvenes y adolescentes”.
Esta Jornada también tiene su marco en el IV Plan de Igualdad de Oportunidades entre mujeres y hombres del Ayuntamiento de Parla (2009-2012) y viene a sumarse a las actividades conmemorativas del “Día Internacional contra la violencia de género” que van a tener lugar en esta ciudad.
En la organización y desarrollo de la misma —y como novedad — este año la jornada contará con la participación de PantallasAmigas, entidad que desde 2004 tiene como misión la promoción del uso seguro y saludable de las nuevas tecnologías y el fomento de la ciudadanía digital responsable en la infancia y la adolescencia.
Destinatarios/as
Profesionales del ámbito de la educación, los servicios sociales, la salud y la psicología.
Profesionales de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad de Parla.
Profesionales del ámbito de la infancia, la adolescencia y la juventud.
Consejo Sectorial de Igualdad y otros Consejos Sectoriales de Parla.
Asociaciones de Madres y Padres.
Asociaciones y entidades que trabajen en alguno de los ámbitos antes mencionados.
Estudiantes de las áreas de la educación, el trabajo social, la salud, la psicología.
Objetivos
Sensibilizar e informar sobre las nuevas formas de violencia de género y, en particular, de violencia sexual en y por medio de las Tecnologías de la Información y la Comunicación.
Formar sobre las diversas formas de violencia sexual en o por medio de los nuevos dispositivos y contextos digitales: redes sociales, smartphones, videojuegos online…
Conocer las pautas básicas de prevención e intervención así como los recursos de apoyo.
Asistencia e Inscripciones
Jornada gratuita. Se entregará un certificado de asistencia a la finalización de la misma.
Inscripciones: Por correo electrónico indicando: Nombre y apellidos, dirección, profesión o ámbito en el que trabaja, teléfono y email de contacto a: igualdad@ayuntamientoparla.es (se confirmará la inscripción).
Horario y lugar de celebración: de 9:30 a 14:30 horas el lunes 26 de noviembre en el Teatro “Dulce Chacón” (C/. Rosa Manzano, 3) de Parla.
Más información
Concejalía de Igualdad
(C/. Rosa Manzano, 3- 2ª planta)
28981 Parla
Tfno.: 91 624 03 00 / 91 605 42 38
Según la fiscal delegada de Menores para la Comunitat Valenciana, Gema García, todos los días llegan delitos perpetrados con el teléfono móvil a su área de menores. Así lo aseguró el pasado día 7 de agosto durante un curso de verano que la Universidad Católica de Valencia celebraba en Santander. Entre este tipo de delitos se incluyen denuncias referidas a casos de sexting y grooming, explicó García .
La fiscal añadió que el acoso escolar también ha pasado a las nuevas tecnologías dando lugar al llamado ciberbullying, que puede implicar «delitos como injurias, amenazas o contra la intimidad o la integridad personal a través de las redes sociales». Por ello, considera que «no se debería permitir que los menores de 14 años dispusieran de un teléfono con conexión a Internet» para evitar que puedan ser víctimas o incluso autores de estos delitos.
Esa es la edad de responsabilidad penal y según alertó García, hay niños de 10 años que usan estos teléfonos inteligentes sin que los padres les den la «formación necesaria para el conocimiento de los límites».
Una deficiencia en la estructura de seguridad del Photobucket (uno de los más populares webs de almacenaje de fotos) permitió la fuga de miles de fotos que deberían ser privadas: entre los archivos divulgados hay numerosas autofotos de sexting y hasta documentos personales como escaneados de la tarjeta de crédito o del carnet de conducir.
Una periodista del web BuzzFeed fue quien dio la voz de alarma con un reportaje sobre este grave asunto y sobre una técnica llamada fusking, que viene siendo usada para saquear el Photobucket.
Un fallo de protección contra el deeplinking de las URLs de los archivos guardados por los usuarios en su sección privada es explotado por programas de fusking que entran y obtienen las fotos. La divulgación se está realizando desde webs como el agregador Reddit donde ya existe una sección con 8 mil subscriptores donde se están exponiendo las imágenes de chicas desnudas. Incluso existe otra donde los usuarios pueden pedir el saqueo (plunder) a la demanda de cuentas concretas del Photobucket. Según los moderadores del web solo retiran las fotos si las afectadas se quejan, porque están públicamente accesibles (por el defecto del Photobucket) aunque las usuarias piensen que son privadas.
La cosa puede ser aún peor: la mayoría de las fotos posee internamente datos de tipo EXIF. En el caso de haberse hecho con smartphones, la probabilidad de que el archivo contenga datos de geolocalización es grande y esto permitiría saber incluso la dirección donde vive la persona fotografiada.
Para usuarios del web, el consejo es retirar totalmente fotos que puedan causar algún problema, porque ni la configuración supuestamente privada las protege ya. Sin embargo, las fotos compartidas en el Reddit están siendo archivadas en otro web de almacenamiento lo cual prueba que una vez difundida una imagen privada, ya no se puede deshacer el mal.
La ONG británica Family Lives publicó ayer un informe sobre sexualización e hipermasculinidad de los niños. Este estudio indica entre otros aspectos que existe un preocupante auge de violaciones entre niños.
Los niños varones, según el estudio, perciben que las niñas con poca ropa merecen ser violadas, y que la violencia contra las mujeres es aceptable.
El estudio también advierte de que niñas de 11 años participan en sesiones sexuales a través de la webcam, vinculadas con el uso de las redes sociales.
Los autores del estudio achacan estos fenómenos al porno fácilmente accesible online, al sexting y a que los padres no hacen los suficiente para evitar que accedan a este tipo de contenido. Otros estudios centrados en el sexting entre menores y que analizan sus causas o motivaciones, han resaltado los posibles efectos de la actual cultura audiovisual presente en TV, en la música, etc. sobre estos fenómenos de machismo e hipersexualización, como ya hemos venido contando en este mismo web.
El pasado mes un chico de 12 años fue juzgado por violar a una niña de 9 tras estar viendo porno duro en la Red; dijo a la policía que quería «sentirse mayor».
En un caso citado en el estudio de Family Lives un padre se sorprendió al descubrir que su hija de 11 años intercambiaba imágenes y sesiones de webcam desnuda con un chico de 14, ya que nunca había percibido en ella interés por el sexo ni por los chicos. Tras revisar su actividad online vio que había estado hablando de sexo con el chico y visitando webs pornográficos.
El diario británico Daily Mail narra otro suceso en el que chicos de 14 y 15 fueron convocados por otros vía mensajería de sus blackberrys para participar en la violación grupal de una niña pequeña.
El primer ministro británico está considerando la imposición de filtros para dificultar el acceso de los menores a los contenidos pornográficos online.
Dos recientes casos en Málaga ponen de relieve que las redes sociales son utilizadas para el ciberacoso en forma de injurias, difamaciones, amenazas y que a menudo incluyen la suplantación de la identidad online de la persona atacada. Los protagonistas en Tuenti suelen ser jóvenes, en ocasiones menores de edad.
Así, en uno de los casos, los celos, el despecho y la revancha llevaron a dos jóvenes a insultar a una chica de la que ambas habían sido amigas porque ésta comenzó a salir con el exnovio de una ellas. La Audiencia Provincial de Málaga las ha condenado a pagar sendas multas de 400 y 150 euros por delitos de injurias y amenazas. Entre otras lindezas la llamaron públicamente «puta» y la amenazaron de muerte.
La víctima denunció los hechos y se celebró de forma inmediata una juicio de faltas en el que las dos jóvenes resultaron condenadas a pagar, una 400 euros por dos faltas de injurias y de amenazas y otra a pagar 150 euros por otra falta de injurias.
Casi la mitad de los delitos y faltas de injurias o calumnias que investiga la policía se cometen ya en redes sociales online. Se trata de un terreno abonado para el acoso y el insulto.
Los delitos cometidos en las redes sociales han crecido de forma alarmante y se sitúan ya en el tercer puesto de los casos abiertos por la BIT, solo por detrás de la pornografía infantil o las estafas que se perpetran en Internet.
En otro caso dado a conocer a finales del año pasado la policía imputó a una joven malagueña por fabricarse un perfil falso también en Tuenti con las fotos e imágenes de otra chica. En la red se presentaba como una mujer desinhibida y se reconocía homosexual. El personaje falso que creó en base a las imágenes de la víctima se había hecho popular y, incluso, había conseguido numerosas amistades, la mayoría chicas.
La víctima, al descubrir que su imagen aparecía en ese perfil con otra identidad, denunció el caso y la policía rastreó el caso hasta descubrir la dirección IP del ordenador desde el que se alimentaba esa cuenta de Tuenti. La impostora resultó ser una joven conocida de la víctima.
El 4,3% de los menores ha recibido imágenes sugerentes de personas de su entorno (sexting pasivo), y un 1,5% reconoce haberse hecho a sí misma/o fotografías de carácter sexy (sexting activo).
El sexting activo es más practicado por chicas (2,2%) al contrario que sexting pasivo, más practicado por los chicos (5,1%).
Estados Unidos
Un estudio publicado en la revista Pediatrics sobre el sexting entre los menores estadounidenses, reveló que sólo el 1% envían imágenes sexualmente explícitas (es decir, que muestran pechos desnudos, genitales o el culo, según la definición del estudio) que podrían ser constitutivas de delito de pornografía infantil según las leyes de los EE. UU.
Otros datos revelados por el estudio fueron:
7% afirman haber recibido imágenes de otras personas desnudas o casi-desnudas.
El 5,9% las han recibido sexualmente explícitas.
De los que recibieron imágenes de sexting, el 56% eran chicas, y el 55% tenían 16 ó 17. Ninguna tenía menos de 12 años.
El 9,6% aparecía en imágenes desnudo o casi desnudo, o las había sacado o recibido (es decir, había estado implicado de alguna manera en un caso de sexting).
El 2,5% aparecía en dichas imágenes o las había creado. De esos, el 61% eran chicas, el 72% tenían 16 o 17 años y sólo el 6% tenían 10, 11 ó 12 años.
Del total de los entrevistados, el 1,8% se había sacado a sí mismo/a, el 0,3% había sido grabado/fotografiado por otra persona y el 0,4% había grabado/fotografiado a otro menor.
De los que salían en las imágenes o las habían sacado sólo el 54% mostraba pechos, genitales o culo desnudos.
Entre los que las recibieron, ese tipo de imágenes suponía el 84%.
El reenvío es poco frecuente: fueron distribuidas o publicadas en Internet en el 10% de los casos de sexting activo y sólo en el 3% de sexting pasivo.
El sexting activo sucedió:
Una sola vez en el pasado año, para el 41%.
Dos veces para el 23%.
De 3 a 5 veces para el 26%.
6 veces ó más para el 10%.
El sexting pasivo sucedió:
Una sola vez en el pasado año, para el 39%.
Dos veces para el 33%.
De 3 a 5 veces para el 22%.
6 veces ó más para el 6%.
En una encuesta realizada por Associated Press y el canal de televisión MTV uno de cada tres adolescentes y adultos jóvenes encuestados reconoció haber tomado parte en el sexting. El 61% de ellos reconoció que el sexting es «un problema» para los internautas su edad. Solamente el 10% de los encuestados que dijeron que habían intercambiado mensajes sexuales con personas que sólo conocen de Internet. En un estudio similar realizado en 2009 esa cifra era del 29%.
De los casos en que había un adulto implicado, la mitad de esos adultos tenían entre 18 y 25 años. En un 5% de este tipo de casos eran los menores quienes enviaban sus desnudos a los adultos en busca de sexo, es decir, casi un 2% del total de casos analizados.
En el 6% del total de casos el comportamiento era gravemente delictivo al implicar sextorsión o abuso sexual entre los propios menores.
En el 17% del total de casos se había producido distribución del sexting sin autorización.
En su mayoría (63%) los casos no pasaron más allá de los teléfonos móviles, es decir: no acabaron en Internet.
En dos de cada tres casos las imágenes mostraban los genitales o relaciones sexuales, y por tanto serían pornografía infantil según las leyes federales de los EE. UU.
El intercambio de imágenes de sexting juega un papel relevante en las relaciones sexuales ilícitas entre adultos y menores.
Investigadoras de la Universidad estadounidense de Rhode Island realizaron una encuesta entre jóvenes en edad universitaria y encontraron que 2/3 (67%) habían realizado sexting y el 78% también lo habían recibido. El 17% incluso lo había reenvíado a terceras personas.
México
Una encuesta de la organización mexicana ASI reveló que el 90% de las personas que envían sexting, autofotografiándose en poses eróticas o desnudas, son mujeres. En una amplia encuesta realizada a más de 10.000 estudiantes mexicanos de cuarto de primaria hasta tercero de secundaria (el 85% tenía entre 12 y 16 años) dio a conocer que casi el 8% de estos jóvenes reconocen haber enviado imágenes suyas desnudos o semidesnudos a conocidos o extraños. El 36,7% de los encuestados dijo conocer a alguien que ha enviado o reenviado imágenes de ese tipo, y el 10,2% reconoció haber enviado mensajes de e-mail o de SMS con insinuaciones sexuales (sexting textual).
Luz María Velázquez Reyes, del Instituto Superior de Ciencias de la Educación del Estado de México, comunicó en noviembre de 2011 las siguientes cifras después de entrevistar a 708 estudiantes (232 de bachillerato y 476 de licenciatura):
80% habían visto imágenes de personas semidesnudas o desnudas en las redes sociales.
20% se tomó fotografías o videos sexualmente sugestivos.
20% recibió invitaciones para retratarse en poses eróticas o pornográficas.
El 45% compartió material erótico recibido por teléfonos celulares.
10% lo ha publicado en sus perfiles o lo ha enviado a sus contactos.
60% recibió imágenes o videos con estas características.
En el 25% de los casos, los jóvenes los comparten con su pareja, y el 10 por ciento, con personas cercanas.
El 55% de los encuestados conoce a alguien que guarda fotografías o videos de novias.
En su mayoría desean aprender sobre medidas de prevención, sistemas de control parental y el funcionamiento y riesgos de las redes sociales.
Más del 70% de los entrevistados dice compartir el uso de Internet con sus hijos y lo hace una media de 100 minutos a la semana.
Consideran importante y más efectiva la formación de los niños y adolescentes en el centro escolar aunque sin eludir su propia responsabilidad.
PantallasAmigas ha realizado en el último año una encuesta a 1.483 personas, de las que el 80% eran padres y madres y el resto, docentes y profesionales del ámbito escolar implicados con menores entre los 10 y los 16 años. Son personas que, de manera voluntaria, han asistido a las sesiones de sensibilización y formación que en el País Vasco y Navarra ha venido celebrando PantallasAmigas en relación al uso seguro y saludable de Internet, pivotando por lo general en torno a centros escolares o municipios que las habían solicitado.
¿Cómo son las madres y padres o tutores legales que acuden a las sesiones?
Se trata en un 78% de los casos de mujeres que muestran interés y preocupación por el uso de las TIC por parte de sus hijos. En ocasiones, han padecido en primera persona o conocen de cerca algún episodio preocupante en relación al tema.
Su nivel tecnológico (conocimientos generales de informática e Internet evaluado mediante ponderación de una serie de indicadores) es bajo en el 16,3% de los casos, medio para un 55% y alto para el 28,7%. Como ejemplo, se puede citar que el 92% sabe lo que es YouTube, el 85,7% sabe qué es Tuenti, el 66,4% ha realizado alguna vez compras por Internet y 35,8% ha usado Windows Live Messenger.
Compartiendo el uso de la Red con sus hijos
El 80,6,% con hijos entre 9 y 11 años manifiesta usar Internet con sus hijos, cifra que se sitúa en el 71,4% en la edad de 12 a 15 años. Este tiempo de uso compartido se cifra como media en 1,7 horas a la semana que viene a ser la media de uso diaria de la Red por parte de los menores.
Acceso a Internet desde el móvil por parte de los menores
Se ha notado una clara evolución en este sentido. Los datos obtenidos en 2011 muestran un 2,4% de padres que ignoran si sus hijos tienen conexión a Internet en el móvil, mientras que en 2012, el porcentaje baja al 0,4%. Por otro lado, el porcentaje de padres que dicen que sus hijos tienen conexión a Internet desde el móvil se incrementó del 10,4% al 23,9% entre 2011 y 2012.
Los riesgos que hay en la Red, según las personas adultas
Antes de iniciar la sesión, para no condicionar el resultado por el desarrollo previo de la misma, se les pregunta «¿Cuáles son los riesgos a los que se enfrentan los menores de Internet?». Los resultados obtenidos, con respuesta múltiple, se presentan en la siguiente tabla:
Acceso a contenidos inadecuados: pornografía, violencia…
58,3 %
Contactos con desconocidos que les puedan hacer daño, en particular con acosadores sexuales pero también poner en contacto con la violencia, las drogas o las sectas…
48,5 %
Pérdida de privacidad y uso inadecuado de su imagen
36,1 %
Adicción, aislamiento y uso abusivo
23,5 %
Ciberbullying
14,4 %
Suplantación de identidad o identidad falsa
5,0 %
El aspecto más destacado es el acceso a contenidos inadecuados, identificado por casi el 60% de los padres. Cabe señalar también que esta preocupación disminuye con la edad de los hijos mientras que la preocupación por el uso abusivo o el cyberbullying aumenta claramente según los adolescentes se aproximan a los 14 o 15 años.
¿Qué desearían tener más claro, conocer mejor, padres y madres?
Ante la pregunta «¿Qué aspectos les gustaría aclarar a lo largo de la sesión?» las respuestas, —que podían ser múltiples— son las siguientes:
Medidas de seguridad, preventivas, qué hacer (uso seguro)
37,2 %
Control parental
32,7 %
Redes sociales: funcionamiento y riesgos
25,7 %
Ciberbullying
4,3 %
Protección de datos y privacidad
4,0 %
Responsabilidad legal
2,3 %
Límite de tiempo
1,8 %
Es evidente que quienes acuden a las sesiones quieren conocer más para prevenir mejor. Según revela Araiz Zalduegi, responsable de formación de PantallasAmigas «en ocasiones desearían tomar medidas concretas como instalar programas de control y supervisión parental. Otras veces, preocupados por un uso abusivo, buscan conocer cuál es el tiempo máximo razonable que se les debe permitir o bien dónde está el umbral de lo patológico».
Valoración positiva de las sesiones de sensibilización y formación
Tras las sesiones con padres, madres y educadores se realiza una breve valoración que arroja, entre otros, los siguientes resultados y conclusiones:
El 81,6% reconoce la necesidad de profundizar en algunos de los temas abordados y el 87% considera que la sesión ha cumplido las expectativas.
El 89,6% considera que la metodología basada en la exposición de ejemplos prácticos ha ayudado mucho a la comprensión de la temática.
El 17,9% estima que la temática es demasiado compleja para su nivel de conocimientos.
El 90,7% cree que la sesión va a resultar de utilidad práctica.
El 89,3% dice tener tras la sesión una visión más clara de los riesgos de Internet y su origen.
El 89,5% considera que la sesión es algo necesario y aporta grandes cosas.
Es destacable la dificultad que supone dirigirse a un público tan heterogéneo tanto en la capacidad tecnológica como en las expectativas y modelos educativos y, en este sentido, es fácil encontrar una valoración y la contraria en una misma sesión.
El sentir común de los padres sobre la seguridad en la Red: «Que se lo expliquen en clase»
Con diferencia, es la solicitud más frecuente al término de una sesión con padres y madres: «¿Se les explica esto a los chavales en clase?». Reconocen la importancia de tomar medidas de uso responsable en el hogar pero también de que sean adoptadas por los propios adolescentes. En este sentido, reclaman el interés de que desde el centro escolar se trabaje en ese campo. Para no tomar ellos este papel en exclusiva dicen no disponer de capacidad técnica y de persuasión necesaria para ello. Una madre lo expresaba en estos términos: «Sería interesante una charla similar con los niños, ya que aunque los padres les digamos estas cosas no nos creen». Otra de ellas decía: «Es un tema tan amplio e interesante que con una sesión hacemos poco, esto tendría que ser una asignatura para padres a lo largo del curso».
El Ciberbullying, quebradero de cabeza en los centros escolares.
Por desgracia, los centros viven a menudo una realidad que los desborda: el acoso entre iguales por medio de las nuevas tecnologías. Es un fenómeno en crecimiento que ocasiona graves consecuencias a sus víctimas, distorsiona la convivencia escolar y escapa a las paredes y horarios académicos. Según Jorge Flores , Director de PantallasAmigas, «Es muy habitual que nos llamen y nos confiesen, con la esperable discreción, que han tenido algún conflicto entre alumnos que ha saltado en las redes sociales. Es por ello que los centros escolares toman cada vez una mayor conciencia de la necesidad de una intervención preventiva y proactiva. La prevención y la intervención en casos de ciberbullying ha sido siempre una prioridad en nuestro trabajo».
El estudio ha sido posible gracias a la colaboración de las personas implicadas y a Quor, empresa especializada en estudios sociológicos.
3.700 escolares más responsables en el uso de las Internet
Además de trabajar con padres y educadores, el contacto con los menores es vital. Entre los meses de Septiembre y Abril el personal de PantallasAmigas ha formado a cerca de 4.000 escolares (1.200 de primaria y 2.800 de secundaria), en su mayor parte en el País Vasco y Navarra. Según comenta Jorge Flores «para PantallasAmigas es fundamental el contacto directo con la realidad porque ésta cambia mucho y de manera vertiginosa. Las sesiones con niños y adolescentes, con padres y madres, con docentes y con profesionales del mundo educativo son la mejor oportunidad para ello. No obstante, contrastar las intuiciones con agentes como la policía, otros profesionales del ámbito, instituciones o estudios es también una gran ayuda. Al mismo tiempo, tenemos online diversas vías para la consulta y la denuncia de casos que también nos ayudan a conocer los casos más singulares y delicados así como las nuevas tendencias. Es un ejercicio de monitorización permanente».
Los padres de una adolescente de Kent (Reino Unido) que falleció hace dos años, han denunciado que su recuerdo en las redes sociales ha sido «destruido» por mensajes insultantes enviados por un joven de 17 años.
Este joven que publicó mensajes ofensivos contra el recuerdo de Charlotte Porter en una página póstuma que la familia tenía sobre ella en Facebook, una año después de su fallecimiento, había sido condenado ya en 2011 a 18 semanas de prisión por publicar otros mensajes ofensivos en un foro online.
La madre de Charlotte Porter afirmó que no se pueden permitir actitudes de trolls como este que están destrozando familias.
La fiscalía británica inició más de 2.000 procesos al amparo de la sección 127 de la Communications Act en 2011, y al menos 2 personas fueron encarceladas por este tipo de publicaciones en Internet. Las autoridades han recordado que el principio fundamental para las publicaciones online es que lo que es ilegal fuera de la Red, también lo es online.